Os vamos a regalar unos consejitos para viajes al extranjero porque somos así de majos y porque, si a la vuelta necesitáis alguna traducción, ya sabréis donde estamos.
Comienza la época de viajes y, a pesar de los precios loquísimos del momento, muchos viajaréis al extranjero donde es probable que hablen otro idioma. Si no sabes muy bien cómo comunicarte fuera de tu ámbito lingüístico, aquí van algunas ideas:
Sé humilde. Es probable que el paisano que sí que habla el idioma y además vive allí sepa mejor que tú cómo moverse. Escucha, atiende y acata con una sonrisa.
Esfuérzate. Intenta hablar con la gente del país en un idioma que los dos entendáis, recuerda que eres el invitado. En caso de no hablar ningún idioma común, echa mano de tu imaginación sin olvidar tu sonrisa.
Ten cuidado con los gestos. No todos los gestos son universales; infórmate y estate atento por si hubiera algún mal entendido.
Interactúa. Gracias a internet ya no se necesita tanto la ayuda de la gente al viajar, sin embargo, es tremendamente enriquecedor. ¿Te atreves a coger el bus y preguntar dónde bajarte sin mirar el móvil?
Be local. No todo lo bonito de un lugar está en Instagram, los lugareños conocen auténticas maravillas que solo conocerás hablando con ellos.
Disfruta del camino. A veces en los viajes uno no llega a donde iba, pero por el camino se pierde en sitios más interesantes o conoce a gente con la que echar una buena charleta.
Habla. Si tienes interés en aprender la lengua del país al que viajas, habla con quien y donde sea, te sorprenderá la cantidad de gente que estará encantada de intercambiar opiniones mientras mejoras tus habilidades lingüísticas.
Crea nuevas anécdotas. A veces la falta de una buena comunicación te puede llevar a cometer errores que, dentro de algún tiempo, se convertirán en anécdotas. Quizá no comas o bebas lo que querías, pero es el precio a pagar por no saber idiomas.
Si tienes alergias o intolerancias, es superimportante que te aprendas cómo decirlo en la lengua local.
Básicos, clásicos. Si te aprendes los básicos del idioma, llegarás al corazón de mucha gente: «hola», «adiós», «buenos días», «gracias»…
Abre tu mente, además de tus orejitas, para entender. Criticar poco, observar, escuchar y aprender son grandes compañeros de viaje. Piensa en el contexto y las circunstancias y hazlo como si fueras autóctono para entender bien qué pasa a tu alrededor.
Habla despacio, no hace falta que grites. Sonríe.
Lo mejor de lo mejor. Disfruta de no entender nada, a veces es una auténtica maravilla.