Cuando pensamos en entornos multilingües, tendemos a pensar en sitios de gente con muchos estudios, vestidos de traje y en grandes anfiteatros con logos enormes hablando de cosas cultas. Casi te los imaginas levantando el meñique mientras toman té o café, porque hablar varios idiomas es muy fashion.
Este tipo de entornos existen, sí. Sin embargo, hay otros contextos igual de maravillosos en los que la gente habla varios idiomas:
o Cualquier persona de África que conoce varias de las lenguas que se hablan en su país.
o Un suizo que chapurrea, al menos, tres idiomas.
o La camarera de un bar de Zugarramurdi, que en un minuto atiende en tres idiomas.
¿Cómo te imaginas ahora a un trilingüe?